El pasado 8 de febrero, las personas que integran el Equipo Motor de la “Red Vecinal” tuvieron un encuentro virtual con la escritora Anna Freixas donde charlaron sobre la situación y necesidades de las personas mayores.

No es la primera vez que las personas que forman el Grupo Motor de la «Red Vecinal» y Anna Freixas se ponen en contacto. La ciudadanía lleva en relación con la autora casi desde que empezaron a trabajar en el diseño de la iniciativa. De hecho, «Yo vieja», ha sido un recurso muy socorrido en las sesiones del EM, ya que la ciudadanía compartía muchos de los mensajes que la autora plasma en ese libro.

En tu libro “Yo vieja” haces una distinción entre las actuaciones que tengan un objetivo transformador en nuestra vida y las actuaciones que son un mero acto de beneficencia o entretenimiento.

Desde un punto de vista feminista cualquier acción que nosotras hagamos tienen como objetivo transformar la vida, en este caso de las viejas, y si se aprovechan los viejos perfecto.

Muchas de las acciones que se hacen con las personas mayores son de caridad, de aborregamiento, de matar el tiempo… porque a eso subyace la consideración de que los viejos/a somos seres poco interesantes y que hay que matar el tiempo con nosotras y que cuanto menos molestemos mejor. Cualquier acción que nosotras organicemos tiene que ser transformadora. Tenemos que organizar acciones que puedan empoderar a las personas mayores, donde puedan adquirir sabiduría, conocimientos, buenas formas, buenos tratos, buenas practicas a gente más joven… Los mayores también tenemos mucho que aportar, la capacidad de mentoría, la capacidad de tutelaje, el buen trato…

En “Yo vieja” haces también referencia a la redacción de los derechos y deseos de las personas mayores ¿Cómo podríamos contribuir las mujeres mayores a esa redacción?

Yo en mi texto hago como una relación de derechos que son cosas algunas un poco locas, otras un poco irreales… cosas que me parece que son fundamentales para que la vida de las viejas sea más digna.

Yo creo que esa lista de deseos y derechos tiene que salir de la propia gente, en vuestro caso del propio diagnostico o del trabajo grupal que hagáis en el que las propias mujeres hablen sobre cuales creen que son sus derechos, exigencias, necesidades… que se deberían de convertir en realidad a partir de unas políticas o conciencias individuales que exigieran el trato, el lenguaje, la salud, la consideración, el respeto a los saberes de la mente de cada vieja o viejo, la capacidad de agencia, la capacidad de decisión sobre tu propia vida en todos los aspectos salud, vivienda, asistencia…

Discutirlo en grupo además tiene una ventaja, puesto que no es algo que solo está en el papel, si no que es algo que se ha discutido y la gente toma conciencia de que esto es un derecho que quieren tener y son mas capaces de pedirlo, ponerlo en practica… (.)

Hay una idea preconcebida en la sociedad de que “no importa lo que piensa la gente mayor” o no se tienen en cuenta sus intereses, pero muchas veces cuando intentamos preguntar a la gente mayor sobre que les interesa no saben contestar…

Muchas de estas personas mayores llevan años sin que nadie les pregunte nada, y están acostumbradas a pensar que nada de lo que viene de ellas puede ser interesante. Nadie escucha a las personas mayores en su inmensa mayoría. Están acostumbradas a no ser escuchadas, a que nadie les pida opinión. No saben ni siquiera que pueden tener deseos. La mayoría de gente mayor parte de una situación de abandono intelectual total.

Para que la gente pueda expresarse, pueda confiar en ella, pueda hablar hay que tener una cierta practica. Por eso la importancia del trabajo en grupo. El grupo es una buena herramienta para florecer esas días. Para que ellas vayan confiando y descubriendo lo que les resulta interesante y les gustaría hacer, porque las personas tienen capacidad de aprendizaje durante toda la vida.

Eso es lo que intentamos impulsar con la Red Vecinal. No solo queremos ayudar a las personas mayores en función de sus necesidades, si no que nuestro objetivo también es ayudarles a que sean conscientes de que tienen mucho que aportar en esta comunidad.

Para terminar Anna, en la página 102 de tu libro «Yo, vieja» dices que la reciprocidad es una forma de continuidad en el mundo y nos permite consolidar los vínculos de la relación. ¿Podrías profundizar en el concepto de reciprocidad?

Genera justicia, genera igualdad Genera un deseo de compartir. Compartir un proyecto, compartir en términos de igualdad. Implicar a los ciudadan@s en propuestas comunitarias, no sólo recibiendo de la comunidad o de las instituciones, si no también, colaborando solidaria y recíprocamente con su propia aportación a la comunidad.

En nuestras sesiones del Equipo Motor también hemos debatido mucho en torno a eso. Cómo como ciudadanas no solo podemos pedir derechos si no que también hay que dar, aportar a la comunidad. ¡Y pensamos que nuestros mayores tienen mucho que aportar! Por eso desde la RED no solo queremos ayudar a las personas mayores en función de sus necesidades, si no que nuestro objetivo también es ayudarles a que los mayores sean conscientes de que tienen mucho que aportar en esta comunidad, por lo que te pedimos que vayas pensando en qué necesitarías o podrías aportar a tus vecinos/as.